Justo tras las elecciones norteamericanas, el siguiente de los
colosos mundiales comienza el congreso que inaugurará su nueva etapa política.
Será la quinta generación de dirigentes del PCCh desde que Mao Zedong
instaurara la República Popular en 1949.
El pasado jueves comenzó en el Gran Salón del Pueblo de Pekín la
escenificación de lo que va a ser el relevo generacional de la élite dirigente
China.
Los 2.270 delegados llamados al XVIII Congreso Quinquenal del
Partido Comunista Chino(PCCh), elegirán a los 370 miembros del consejo
permanente. Estos, a su vez, designarán a los 20 integrantes del Politburó,
encargados de nombrar a los nueve, en esta ocasión todo a apunta a siete,
elementos del comité permanente.
Sin embargo, las decisiones que se adoptarán en dicho Congreso,
han sido aprobadas previamente tras duras negociaciones en las que entran en
juego los más diversos intereses de los propios miembros de PCCh y del Estado
monopartidista en sí.
De esta forma, dos miembros del actual Comité Permanente se
mantendrán,Xi Jinping y Li Keqiang, primer y viciprimer ministro
respectivamente. Xi sustituirá a Hu Jintao en la presidencia del partido y el
Estado, mientras Li ascenderá a primer ministro.
El relevo marcará la política China durante los próximos diez
años, aunque el Congreso volverá a reunirse dentro de cinco y, salvo
catastrófica gestión, revalidará a los miembros en los diferentes órganos de
poder.
La escenificación que supone la reunión durante una semana de los
delegados del PCCh sirve, no obstante, para que los políticos chinos anuncien
las líneas maestras de la estrategia política del país asiático. De esta forma,
el actual presidente Hu Jingtao, que acabará su mandato el próximo mes de
marzo, pronunció un discurso de apertura de 90 minutos en el que trazaba las
mencionadas líneas. Lucha contra la corrupción que puede “causar incluso el
derrumbe del partido y del Estado”, lograr la estabilización económica
fomentando la demanda interna en un contexto de crisis global, mantener el
crecimiento por encima del 7,5% y reformas estructurales, entre las que se
encuentra “la reforma de la estructura política, y hacer la democracia del
pueblo más extensiva, de alcance más completo y práctica más sólida”. Sin que
esto llegue a significar la instauración de una democracia representativa real,
ya que dejó claro que China “nunca copiará un sistema político occidental”.
Fuentes:
- Vídeo:
- Documentación:
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/14/actualidad/1352885031_388266.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/14/actualidad/1352880325_452684.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/13/actualidad/1352824844_550570.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/11/actualidad/1352646274_576255.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/11/actualidad/1352660755_821509.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/10/actualidad/1352569238_714439.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/10/actualidad/1352576087_727587.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/09/actualidad/1352427434_334138.html
- http://elpais.com/elpais/2012/11/08/opinion/1352412861_298477.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/08/actualidad/1352393741_963516.html
- http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/08/album/1352382